jueves, 12 de junio de 2008
Especies amenazadas
En España, la ley de la conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres (promulgada en 1989) establece que el reconocimiento de especies amenazadas, tanto animales como vegetales, cuya protección requiera medidas de protección, se realizará mediante su inclusión en un catálogo, el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, donde se recogen las especies y subespecies en ‘peligro de extinción’ y las de ‘interés especial’.
La extinción es en realidad un proceso normal en el curso de la evolución. A lo largo de todo el tiempo geológico, el número de especies que se han extinguido es mayor que el de las que existen en la actualidad. Su lenta desaparición fue consecuencia de cambios climáticos y de la incapacidad para adaptarse a situaciones como la competencia y la depredación; sin embargo, desde el siglo XVII, este proceso se ha acelerado debido al impacto sobre los ecosistemas naturales de la explosión demográfica y de los avances tecnológicos. Hoy en día, los cambios que sufre el medio ambiente son más rápidos que la capacidad de la mayoría de las especies para adaptarse a ellos mediante selección natural.
En la Lista Roja de Especies Amenazadas 2007, elaborada por la UICN, se incluyen 16.306 especies amenazadas conocidas en todo el planeta, que corresponden a 7.850 especies animales y a 8.456 especies de plantas, hongos y algas. Según esta fuente, hay 1.094 mamíferos amenazados, 1.217 especies de aves, 422 reptiles, 1.808 anfibios, 1.201 peces y 2.108 invertebrados. En España están amenazadas unas 219 especies (170 animales y 49 plantas) lo que lo convierte en el país europeo con mayor número de especies amenazadas, seguido de Portugal e Italia. En Latinoamérica, Ecuador es el país que cuenta con mayor número de especies en las categorías de En Peligro Crítico, En Peligro y Vulnerable, 2.178 en total, seguido de México con 840 y Brasil con 725. Algunas especies catalogadas como en ‘peligro de extinción’ en la península Ibérica son: el quebrantahuesos, el águila imperial ibérica, la malvasía cabeciblanca, el lagarto gigante del Hierro, la foca monje, el oso pardo y el lince ibérico, clasificado en la categoría de En Peligro Crítico. Entre los animales que requieren una protección urgente y que tienen mayor riesgo de desaparición están los gorilas de África central, la grulla de Siberia, los gansos enanos, los halcones, los porrones pardos y el águila imperial, entre otros. De las especies que habitan en América Latina destacan: el delfín de la Plata, los ciervos de los Andes meridionales, la nutria de Chile, el pingüino de Humboldt y el flamenco de los Andes, entre otros. En cuanto a las plantas, solo se ha evaluado un pequeño porcentaje de las especies vegetales descritas en el mundo (unas 297.326 especies), por lo que el número de plantas amenazadas debe ser bastante mayor que las 8.447 que aparecen en la lista.
Causas
Desde el siglo XVII, la causa de que muchas especies se hayan extinguido o estén amenazadas ha sido la explotación de animales para la alimentación y elaboración de otros productos. Por ejemplo, la aniquilación de ballenas de gran tamaño para obtener aceite y carne las ha conducido al borde de la extinción; los rinocerontes africanos, sacrificados para obtener sus cuernos, también están amenazados. El gran alce gigante se extinguió en el siglo XIX a consecuencia de una caza excesiva, y el periquito de Carolina desapareció como especie debido tanto a su caza como a la destrucción de su hábitat.
La introducción de enfermedades, parásitos y depredadores frente a los que la flora y la fauna nativa carecen de defensas ha provocado el exterminio o reducción importante de algunas especies. Por ejemplo, la propagación accidental de una plaga eliminó los castaños de los bosques caducifolios de Norteamérica. También el control de los depredadores e insectos tiene efectos adversos. El control excesivo de los perros de las praderas ha extinguido casi por completo a uno de sus depredadores naturales, el turón de pies negros.
La contaminación atmosférica, del agua y del suelo son causas importantes de extinción, así como la introducción de especies exóticas, la sobreexplotación directa de las especies y la intensa agricultura. Los productos químicos tóxicos, sobre todo los hidrocarburos clorados, como el diclorodifeniltricloroetano (DDT) y los bifenilos policlorados (PCB), se han concentrado en las cadenas tróficas, afectando más a aquellas especies situadas al final de la cadena. Así, tanto el DDT como los PCB interfieren con el metabolismo del calcio de las aves, lo que origina el reblandecimiento de las cáscaras de los huevos y malformaciones en las crías. La contaminación y el aumento de la temperatura del agua han provocado la desaparición de especies endémicas de peces de varios hábitats.
Algunas especies amenazadas
En muchos países asiáticos, la caza ha diezmado hasta casi la extinción las poblaciones de tigre siberiano. Algunas partes del cuerpo de este animal se venden con fines medicinales y como alimento.
Esfuerzos dirigidos a la conservación de especies
Los esfuerzos internacionales se concretan en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres (CITES), ratificada por más de 150 países. Su propósito es reducir la explotación de éstas mediante la regulación y restricción de su comercio. Sin embargo, en algunos países la eficacia de estas leyes depende de la aplicación y apoyo que reciben de la población y de los tribunales. Debido a que su aplicación no es totalmente estricta, a la negligencia de algunos segmentos de la sociedad que consienten el comercio con especies amenazadas, y a que las actividades de cazadores furtivos y traficantes sin escrúpulos facilitan este comercio, el futuro de muchas especies, a pesar de su protección legal, es incierto.
Los esfuerzos dirigidos a la conservación de especies también incluyen la repoblación de la naturaleza con animales en edad de procrear, bien para restablecer su número (como en el caso del halcón peregrino) o para aumentar la población natural (como en el caso de la grulla cantora). Gracias a la reproducción en cautividad, por ejemplo, el número de ejemplares de cóndor de California se ha elevado de 27 en 1987 a unos 150 en 2000. Otro proyecto implica la determinación de los hábitats críticos que se deben conservar para las especies amenazadas. Su protección puede llevarse a cabo mediante el establecimiento de reservas, aunque su valor está limitado por el efecto isla. Las objeciones planteadas por algunos grupos con intereses particulares hacen que la conservación de zonas para las especies amenazadas sea también difícil.
Parques nacionales y reservas naturales
Los parques nacionales se crean, en primer lugar, para disfrute público de unos entornos excepcionales donde los visitantes pueden admirar la vida salvaje y disfrutar de la naturaleza. En general, en estos territorios protegidos no se pueden desarrollar actividades cinegéticas, ganaderas, pastoriles, madereras o mineras, o en general todas aquéllas que supongan la explotación de los recursos naturales. Por su parte, algunos parques conmemoran acontecimientos históricos.
La Red de Parques nacionales agrupa los ecosistemas más representativos del patrimonio natural español, con la finalidad de conservar su vegetación, fauna y belleza natural. Además, estas áreas protegidas ofrecen a científicos y visitantes una oportunidad para estudiar y conocer las especies en su hábitat natural. En 1916 se puso en marcha la Ley General de Parques nacionales y en 1918 se declararon los 2 primeros Parques españoles: el Parque nacional de la Montaña de Covadonga (que luego pasó a denominarse Picos de Europa) y el Parque nacional del Valle de Ordesa (que en 1982 se amplió y reclasificó bajo el nombre de Parque nacional de Ordesa y Monte Perdido). En la actualidad, España cuenta con 14 de estos espacios protegidos: 8 peninsulares y 6 insulares.
Las reservas nacionales, a veces llamadas reservas naturales o de la biosfera, se encuentran a menudo en las inmediaciones de los parques nacionales. Estos territorios se dedican fundamentalmente a la protección de las especies salvajes y a la investigación científica más que al disfrute público, y se convierten en “laboratorios vivientes” donde los científicos observan a los animales y las plantas en su hábitat natural. La caza, la pesca y la minería se permiten en muchas reservas de Estados Unidos, siempre que no dañen el entorno. En muchos otros países, estas actividades están prohibidas en las reservas.
El primer parque nacional de la historia, el Parque Nacional Yellowstone, fue fundado en 1872 para preservar 8.983 km2 de un bosque con condiciones geotérmicas únicas localizado en el oeste de Estados Unidos. Desde entonces, se han creado numerosos parques nacionales y reservas en todo el mundo. Muchos de ellos protegen zonas remotas y entornos naturales intactos, mientras que otros representan islas de naturaleza en medio de áreas densamente pobladas.
Las Áreas naturales protegidas (ANP) de México agrupan distintos ecosistemas terrestres y acuáticos que no han sido alterados por las actividades humanas y que están sujetos a regímenes especiales de protección y desarrollo para asegurar la conservación de su biodiversidad. En general, dentro de las ANP se consideran las siguientes categorías: Reservas de la Biosfera, Monumentos naturales, Parques nacionales, Áreas de Protección de los Recursos naturales y Áreas de Protección de Flora y Fauna. La política de Áreas naturales protegidas se inició en México en 1876, con la inclusión del Parque nacional Desierto de los Leones.
Los parques nacionales protegen una amplia gama de fauna y flora marítima y terrestre que va desde la tundra ártica hasta las sabanas tropicales. En el extremo noroccidental de Norteamérica, el Parque nacional Puertas del Ártico se extiende a lo largo de 30.448 km2 de tundra perteneciente al estado de Alaska y situada en su totalidad al norte del círculo polar ártico. En el interior del parque se encuentran la cordillera de Brooks, glaciares, quebradas árticas, torrentes e innumerables lagos. La vertiente meridional del parque está moteada de taiga (una formación boscosa de arbustos de hoja perenne), mientras que en el norte sólo se encuentra la rala vegetación de la tundra ártica. Por el parque deambulan enormes rebaños de caribúes.
En África, el Parque nacional Serengeti (Tanzania), de 14.763 km2, y la colindante Reserva nacional Masai Mara (Kenia), de 1.510 km2, fueron creados para proteger a las manadas de elefantes, gacelas, impalas y cebras existentes en los mismos. Las praderas de este ecosistema albergan éstas y otras especies numerosas de mamíferos, aves y reptiles. La Reserva nacional Masai Mara proporciona, además, pastos para los rebaños del pueblo masai en las épocas de extrema sequía.
El Parque nacional Tierra del Fuego, que se localiza en el sur de Argentina, alberga playas y bosques del extremo austral de Sudamérica. Sus 622 km2 están bañados por las aguas dulces del lago Fagnano al norte y las saladas del canal de Beagle al sur; en ellas se cobijan focas, morsas, avifauna costera y migratoria. Las montañas del interior del parque albergan renos, castores y conejos, que fueron introducidos por los primeros colonos europeos.
Financiación de los parques y reservas
En Estados Unidos, los recortes del Congreso al Servicio de Parques Nacionales han impedido que se contrate a un número suficiente de guardabosques, afectando de igual modo al mantenimiento de carreteras y edificios, así como a las exposiciones educativas y al desarrollo de las investigaciones científicas. La falta de fondos redujo el número de personal fijo y eventual, limitó la temporada de visitas en algunos parques y provocó el cierre de campings de muchos otros.
La gestión de parques naturales en algunos países europeos y sudamericanos está limitada, de igual modo, por los recortes presupuestarios. Muchos países africanos ni siquiera pueden costear el número necesario de guardas. Los problemas de financiación han afectado a la protección del tigre tanto en la India como en Rusia. Los parques y reservas de China sufren a causa de la presión demográfica y de la falta de una gestión científica, que acaba provocando deforestación y hábitats fragmentados (hábitats divididos por la explotación de los recursos naturales o por proyectos agrícolas o de viviendas) alrededor de las áreas protegidas.
La extinción
Contaminación maritima
Amenazas procedentes del desarrollo, la sobreexplotación y los usos múltiples
La actividad minera y la contaminación de los acuíferos consecuencia de aquélla amenazan a varias reservas en la India. En 1992 se permitió la explotación minera en el interior de la Reserva de tigres de Sariska (1958), que tiene una extensión de 492 km2. La tala, que destruye los hábitats forestales y contamina el agua al permitir la erosión del suelo, y algunos proyectos hidráulicos para regadío y previsión de inundaciones fueron permitidos en la Reserva de tigres de Melghat (1985), que se extiende por 1.598 km2.
La caza y la tala amenazan, asimismo, áreas protegidas en el norte de Argentina, mientras que el turismo masivo degrada sus parques y reservas meridionales. La ganadería extensiva perjudica otras áreas protegidas en todo el país.
A medida que el número de visitantes a los parques nacionales de todo el mundo aumenta, crecen también los conflictos entre turistas, científicos y la naturaleza. Los coches, los camiones y los vehículos de recreo atestan los destinos más populares, ensuciando el entorno natural con emisiones contaminantes, basura y ruido. Los grupos numerosos de excursionistas deterioran las sendas de los parques. Muchos visitantes destrozan plantas autóctonas al salirse de las rutas convenidas, y otros llevan consigo otras plantas exógenas que son peligrosas para las especies del lugar.
Los furtivos no respetan los límites de los parques y reservas nacionales. En África, el rinoceronte negro se enfrenta a la extinción porque los furtivos venden sus cuernos, apreciados en la medicina tradicional de la región. Se matan elefantes por su marfil a pesar de la prohibición mundial en cuanto a su tráfico. Tanto los elefantes como las jirafas son cazados por su carne. Se capturan loros salvajes y reptiles para venderlos como mascotas, cocodrilos y serpientes por su piel, y monos para ser vendidos a circos y parques zoológicos.
"Los libros rojos" lista de animales en peligro
Lista Roja de Especies Amenazadas
Notas
En 1996 y 2000 se hicieron análisis más amplios de la Lista Roja. La Lista de 1996 revela que una de cada cuatro especies de mamíferos y una de cada ocho especies de aves se encuentra al borde de la extinción, y la Lista de 2000 confirmó que la crisis de la extinción mundial es mucho peor de lo que se creía. Se informa de alarmantes decrecimientos de las poblaciones de muchas especies de reptiles y primates. Los números de especies amenazadas de la Lista Roja cambian de año en año y no sólo porque se agregan nuevas especies a la Lista. Los científicos que realizan investigaciones en todo el mundo aportan un flujo constante de nueva información y este conocimiento mejorado puede resultar en la reclasificación a una categoría mayor de amenaza o, en los casos en que la situación es más optimista que la anterior, la reclasificación a una categoría menor de amenaza (entrada a los ejemplos a continuación). Otros cambios pueden ser el resultado de revisiones taxonómicas, tales como la de una especie reclasificada como subespecie y viceversa. Sin embargo, se ha trasladado algunas especies a categorías diferentes como resultado de un cambio genuino en su estado de conservación (véase los ejemplos a continuación). La Lista Roja de la UICN comprende las extinciones ocurridas desde 1500 D.C. En la Lista Roja de 2002, una revisión de la lista de extinciones llevó a retirar a 15 especies cuya extinción había ocurrido antes de 1500 D.C. Asimismo, algunas especies de la categoría de amenazadas pueden retirarse de la categoría de En extinción como resultado de cambios taxonómicos o incertidumbres tales como la del “sapito marmolado” (Uperoleia marmorata). La Lista Roja se basa en información proporcionada por la Comisión de Supervivencia de Especies (CSE), una red de 7 000 expertos en plantas, animales y asuntos de conservación, y datos de una serie de organizaciones asociadas. Los datos de aves son proporcionados por BirdLife International. En conjunto, esta red contiene la base de conocimientos científicos más completa sobre la biología y el estado de conservación actual de las especies. A medida que la Lista Roja va ampliándose para comprender evaluaciones completas de varios grupos taxonómicos, un análisis más detallado de las estadísticas cada cuatro a cinco años permitirá una mejor comparación entre años y un mejor entendimiento de las tendencias de la diversidad biológica en el tiempo. Se han establecido metas para la evaluación de todos los anfibios en el 2003 (aproximadamente 5 000 especies); reptiles en el 2005 (aproximadamente 8 000 especies); peces de agua dulce en el 2005 (aproximadamente 10 000 especies), tiburones rayas y quimeras en el 2004 (aproximadamente 1 000 especies); moluscos de agua dulce en el 2004 (aproximadamente 5 000 especies). Se continuará con plantas, invertebrados y especies marinas. Se espera que sea posible contar con una evaluación de la diversidad biológica mundial en el año 2008. Para contribuir al cumplimiento de estas ambiciosas metas, se ha formado el consorcio de la Lista Roja integrado por la UICN y su Comisión de Supervivencia de Especies, BirdLife Internacional, el Center for Applied Biodiversity Science, The Ocean Conservancy y NatureServe. Este consorcio aspira a poder captar US$20 millones para fortalecer y ampliar las actividades de la Lista Roja.
Consecuencias de las amenazas a la biodiversidad
La extinción de especies es una de las consecuencias más importantes de la pérdida de la biodiversidad. Aun cuando la extinción es un proceso natural a la intensa transformación del hombre sobre el medio natural, la extinción se debe a procesos antropogénicos.
La rápida destrucción de los ecosistemas más diversos del mundo, especialmente en los trópicos, ha llevado a los expertos a concluir que probablemente una cuarta parte de la totalidad de la diversidad biológica del planeta está en serio peligro de extinción durante los próximos 20-30 años.
Las tasas de extinción predicen que una de cada cincuenta especies del total que hoy pueblan la Tierra habrá desaparecido a finales del siglo XX
Educación ambiental
Desde el convencimiento de lo anteriormente mencionado, y de que la EA es un proceso de formación de ciudadanos activos en la construcción de una sociedad democrática y solidaria, la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación creó en 2006 la Unidad de Coordinación de Educación Ambiental. Desde esta Unidad, se busca discutir el sentido de los procesos educativo ambientales emprendidos desde los diversos espacios provinciales y municipales, así como el promover que las prácticas educativo ambientales se configuren como espacios de discusión crítica, con el fin de incentivar y apoyar los procesos de cambio tendientes al desarrollo sustentable.
Acciones de la Educación Ambiental
- Definir una política de EA que permita articular con el sistema educativo formal en todos sus niveles y modalidades.- Consensuar con los gobiernos provinciales la política nacional de EA.
- Acordar con las autoridades educativas de las provincias, la incorporación de la Educación Ambiental en la oferta de programas de capacitación, formación, perfeccionamiento y actualización.
- Fortalecer e incorporar la perspectiva de género, en todas las acciones desarrolladas por la UCOEA.
- Promover el fortalecimiento institucional de las áreas de EA en las Provincias.
- Elaborar políticas destinadas a promover la educación ambiental no formal impulsando una activa participación comunitaria.
- Realizar campañas de comunicación ambiental a través de diversas estrategias.
Noticias dirigidas a la conservación de especies
"Cada tres minutos desaparece del planeta una especie silvestre, y se desmontan seis hectáreas de selva tropical para el humano. Ante esto, científicos del Jardín Zoológico de Buenos Aires están preservando material genético congelado, que en su momento y lugar, se utilizarán para reintroducir especies extinguidas o en peligro de extinción. El Proyecto se llama "ARCA" (Asistencia a la Reproducción y Conservación animal", y utiliza la técnica de criopreservación (frozen zoo=zoológico congelado, o banco de genes). Se está aplicando en ganadería hace 25 años, y ahora la están empleando en los zoológicos de varias partes del mundo con los fines mencionados. El banco de genes, como un arca de Noé moderna permitirá conservar la diversidad genética original de las especies. Y dice Luis Jacome, director del proyecto ALCA, "que pasado el "diluvio" que hemos desatado los humanos, existirá así posibilidad de devolverlas a la naturaleza".
Calentamiento global y deforestación, los grandes enemigos de los cocodrilos
Ciento noventa cocodrilos, algo totalmente inusual, acaban de nacer en el marco del proyecto CrocoTEC, del Instituto Tecnológico de Costa Rica en San Carlos, donde la investigación y la educación ambiental sobre estas especies amenazadas van de la mano. En contra de lo que pudiera parecer por su ferocidad, los cocodrilos son "muy frágiles y muy sensibles" al cambio climático y a la deforestación en las orillas de los ríos, donde ponen sus huevos, explica la bióloga del proyecto,Liliana Rodríguez.
"La temperatura determina el nacimiento de machos o hembras. A más temperatura más machos", con el consiguiente riesgo para perpetuar la especie, asegura la bióloga.
Por ello, las peleas entre los machos dominantes para hacerse con los favores de una hembra pueden ser devastadoras.
Recientemente, la prensa local se hacía eco del creciente número de machos que se quedan ciegos en las feroces peleas que protagonizan en el río Tárcoles para con conquistar a las cada vez más escasas hembras.
La temperatura ideal para el desarrollo de los embriones es entre 28 y 34 grados. Si baja o sube de este margen, el embrión se muere por estrés térmico.
"Son especies muy sensibles que pueden ser tomadas como reveladoras de que algo está pasando", asegura Rodríguez, antes de dar algunas pistas sobre sus periodos de máxima peligrosidad.
"Los meses de octubre, noviembre y diciembre, son las fechas de apareamiento, donde los machos son más agresivos. En enero, febrero y marzo, las hembras ponen los huevos y acercarse a ellos puede ser muy peligroso. En junio es la eclosión de los chiquitillos y las madres son protectoras", explica.
Al igual que las tortugas, las hembras cocodrilo ponen sus huevos -una media de 32 a 35- en un hoyo que cavan con sus patas en arena. Los del fondo, como las temperaturas son inferiores, serán hembras y los que están cerca de la superficie, machos.
Pero sólo el 2% sobrevive en condiciones silvestres, asegura Rodríguez, ya que los "chiquitillos tienen muchos depredadores", mientras que el porcentaje de nacimientos en los criaderos ronda el 90%. Un cocodrilo puede llegar a vivir hasta 80 años.
"En el criadero se manejan las condiciones, se disminuyen todos los riesgos implícitos para la mortalidad", asegura Rodríguez en conversación telefónica.
Una de las investigaciones de este proyecto es medir y pesar cada año a estos reptiles para saber su evolución desde que nacen --cuando pesan 51 gramos y miden 27 centímetros-- hasta que llegan a la edad adulta en que las hembras alcanzan los 70,5 kg y los 2,45 metros de media y los machos hasta los 143 kg y los 3 metros.
Desde que se inició el proyecto hace seis años, anualmente se mide a los animales, se les identifica la cola y se les han implantado microchips para hacer su seguimiento.
"Lo más importante con los cocodrilos es la parte de educación", asegura la bióloga de este proyecto de Ecoturismo Científico Accesible, que dispone también de mariposario, venados, ranas o un jardín de plantas medicinales.
Ecologistas en acción denuncian a los gobiernos de Canarias y Andalucía por proyectos de tortugas marinas
Ecologistas en Acción ha denunciado hoy los proyectos puestos en marcha por los gobiernos de Canarias y Andalucía de anidación de tortugas marinas en las cotas de ambas comunidades con huevos procedentes de Cabo Verde, ya que obedecen a intereses ajenos a la conservación y recuperación de especies.
En un comunicado, ha criticado que este tipo de proyectos, que cuentan con la autorización del Ejecutivo central, "contradicen los más elementales conceptos" de las acciones encaminadas a la conservación de especies, cuya prioridad debe ser recuperar las condiciones del medio donde se desenvuelve la especie a reintroducir.
Según Ecologistas en Acción, los proyectos que desarrollan Andalucía y Canarias "están produciendo situaciones anómalas" en algunos de los ejemplares de tortugas marinas que durante un año se someten a cría en cautividad, impidiendo así su liberación.
Explica que en Canarias, la tortuga boba (caretta caretta) desapareció hace 300 años, mientras que en Andalucía "no está demostrado fehacientemente" que hayan existido playas de puesta de tortugas marinas, a excepción de alguna ocasional.
La ONG critica que en Andalucía, por un lado se intentan establecer zonas de puesta de tortuga boba en Almería y, por otro, en la misma costa se están aprobando proyectos, como la ampliación del puerto de Garrucha o la previsible construcción de dos más (Mojácar y Pulpí).
En el caso de Canarias, esta organización denuncia que cientos de huevos procedentes de Cabo Verde, con intención de incubarlos este año en Fuerteventura, han muerto.
Mientras, agrega, muchas especies autóctonas no disponen de plan de recuperación "ni se les presta atención", a pesar de que se encuentran muchas de ellas en peligro de extinción.
El Catálogo de Especies Amenazadas de Aragón recoge 229 de flora y fauna en peligro
El Catálogo de Especies Amenazadas de Aragón, que ha sido publicado con el objetivo de divulgar el patrimonio natural y contribuir a su conservación, incluye 229 especies de flora y fauna que se encuentran en peligro en la Comunidad Autónoma.
El catálogo, una obra coral que ha costado realizar más de diez años y en la que han participado 15 autores y más de 50 fotógrafos, está compuesto por dos tomos, uno para las 136 especies de flora amenazadas y otra para las 93 animales, explicó hoy el consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Alfredo Boné.
Estos tomos son la base de la conservación pasiva de las especies en él incluidas, ya que, por el hecho de estar ahí insertadas, ya gozan de un nivel de protección superior al del resto de las especies silvestres.
El catálogo, que sale a la venta con una tirada de 2.000 ejemplares, incluye fichas con el nombre científico y común de cada especie, familia, catalogación, descripción, estado de conservación y problemática, así como los Planes de Acción emprendidos por el Departamento para salvaguardar alguna de las especies amenazadas.
En concreto, explicó el director general de Desarrollo Sostenible y Biodiversidad, Alberto Portero, en Aragón hay ahora ocho planes aprobados.
Seis de ellos son de recuperación -quebrantahuesos, margaritífera auricularia, cangrejo de río, borderea chouardii, crujiente aragonés y zapatito de dama-, uno de conservación -al-arba- y otro de conservación de hábitat, el cernícalo primilla.
Alguno de ellos, dijo Portero, ha sido "modélico", como el del quebrantahuesos, que ha logrado que de 30 parejas reproductoras en los Pirineos aragoneses halla ahora 64 de las 100 que hay en toda España; el del cernícalo primilla, que de 80 parejas ha pasado a más de 1.000; o el de la borderea chouardii, el primer plan para una especie de flora que se aprobó en la Unión Europea.
Respecto a las que peor van, el consejero se refirió a la margaritífera auricularia, que está dando muchos problemas debido a que "ha dejado de reproducirse"; o el cangrejo autóctono, que vive una situación "delicada" sobre la que se está trabajando en una piscifactoría de la provincia de Teruel.
Boné recalcó que desde su departamento están trabajando en varios planes de conservación, para los cuales es "muy importante" la colaboración de la población, y dijo esperar que durante los próximos años se implementen nuevos planes de acción así como que aumenten los espacios protegidos.
El catálogo, que se irá actualizando en función de la evolución de las especies, marcará los criterios de prioridad con los que trabajarán los profesionales en el futuro, y también servirá para que los ciudadanos sean conscientes de la "excepcionalidad y singularidad" de la flora y fauna aragonesa.
A juicio de Boné, algunas de las causas principales por las que estas especies están amenazadas son la actividad rural, el cambio climático -"uno de los problemas más graves de este siglo"-, y la alteración de los hábitats naturales.
Esta obra, que tiene como objetivo frenar la pérdida de la biodiversidad, también contribuirá a dar a conocer la labor del Departamento de Medio Ambiente.
El riesgo de extinción de las especies amenazadas está muy subestimado
El riesgo de extinción de las especies amenazadas está muy subestimado, según un estudio de la Universidad de Colorado en Boulder (Estados Unidos) que se publica esta semana en la revista 'Nature'. Los autores hacen un llamamiento a una reevaluación urgente de muchas de estas especies en riesgo.
EUROPA PRESS La extinción es un proceso fundamental en los sistemas biológicos y es esencial para la comprensión de la biodiversidad y la evolución. Los autores señalan que la desaparición de las especies es el final de una serie de eventos casuales.
Los investigadores, dirigidos por Brett Melbourne y Alan Hastings, describen una teoría matemática utilizando todos los posibles sucesos que contribuyen a una disminución de la población, como las tasas de nacimiento y mortalidad, los factores ambientales y la proporción entre machos y hembras, para predecir la probabilidad de que una especie se extinga.
Los investigadores muestran, al vincular estos datos con experimentos en poblaciones de insectos, que los cambios en la proporción entre los sexos tiene un impacto superior que los sucesos ambientales cuando las poblaciones son pequeñas y vulnerables.
La investigación revela fallos en los modelos actuales utilizados para predecir la extinción, desvelando que el riesgo puede ser muchas más veces superior de lo que se pensaba anteriormente.
Condenado a la extinción porque el calor acabará con las hembras
*Un reptil neozelandés, el tuátara, se extinguirá en 85 años por el cambio climático
*El aumento de la temperatura impedirá que nazcan nuevas hembras
*Un estudio australiano permite analizar las consecuencias del cambio climático en réptiles
*Otro estudio alerta de que las especies en peligro podrían superar las estimadas
El aumento de las temperaturas provocado por el cambio climático podría llevar a ciertos reptiles, como el tuátara (Sphenodon spp.), a la extinción en unas décadas, ya que el calor impediría que nacieran hembras, según un estudio de la Universidad de Australia Occidental, en Perth.
Los científicos australianos, según publica Proceedings of the Royal Society B y recoge Nature, han creado un modelo informático que permite predecir las consecuencias de un aumento de cuatro grados centígrados en la temperatura media de las zonas de cría del tuátara, un reptil de aspecto similar a la iguana que habita en una treintena de pequeñas islas de Nueva Zelanda.
Como en otros reptiles, la determinación del sexo de las crías de tuátara se produce en función de la temperatura del entorno: cuando el desarrollo tiene lugar en temperaturas superiores a los 21,5 grados centígrados, la cría de tuátara es un macho.
Extinguido en 85 años
El equipo científico encabezado por Nicola Mitchell ha creado mapas digitales de las zonas donde vive el tuátara, en concreto de 52 lugares de cría en North Brother Island, cerca del estrecho de Cook, y han simulado os efectos del aumento de la temperatura media. "Integrando el clima y la fisiología del animal, somos capaces de hacer predicciones espaciales explícitas en un determinado punto de la isla", explica Mitchell. "Podemos decir: si este es el clima, esto es lo que ocurrirá en este punto determinado".
Lo que ocurrirá es que el tuátara se extinguirá en 85 años, dado que no nacerán hembras, que ha sido liquidado por los depredadores en otros habitats y que se cree que no tiene posibilidades de adaptarse a climas más fríos.
"Desde mediados de los 90, se ha estado hablando de la vulnerabilidad de los reptiles al cambio climático, ya que la determinación de su sexo depende de la temperatura. Pero nadie había sido capaz de crear un modelo de esta complejidad hasta ahora", destaca Mitchell. El modelo de la universidad australiana puede ser aplicado a otras especies en peligro de extinción, como las tortugas marinas.
Más especies en peligro
A este respecto, Nature publica otro estudio relacionado con las especies en peligro de extinción que señala que las estimaciones de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), que hablan de más de 16.000 especies amenazadas, podrían subestimar las cifras reales, según AFP.
El director del estudio de la Universidad de Colorado, Brett Melbourne, resalta que "poblaciones bastante importantes consideradas hasta ahora como relativamente a salvo podrían estar en peligro".
Según la UICN, está amenazado un mamífero de cada cuatro, un ave de cada ocho y un tercio de los anfibios. Sin embargo, para determinar el riesgo de extinción se emplean dos criterios: el número de ejemplares en libertad y las condiciones ambientales, como la deforestación, los cambios en la temperatura o las precipitaciones.
El estudio estadounidense, sin embargo, asegura que es necesario tener en cuenta también el ratio machos-hembras, así como la tasa de fecundidad y de mortalidad en una población, por lo que el número de especies amenazadas podría ser más elevado
Nota: Estas noticias son de cobertura internacional.
Videos sobre la conservación de algunos animales
El tatú carreta es un mamífero de Argentina que por sus características, es tenazmente perseguido por cazadores furtivos para consumir su carne o para venderlo a zoológicos privados o coleccionistas que han llegado a pagar por un ejemplar vivo hasta 250.000 dólares. La especie se encuentra en peligro de extinción y, al respecto, se han dictado leyes que contemplan su protección.
El tatú carreta (Priodontes maximus) es un mamífero de nuestra zona, pariente de las mulitas y el peludo, que llega a medir 1,60 m de largo y pesar hasta 60 Kg. Por sus características, es tenazmente perseguido por cazadores furtivos para consumir su carne o para venderlo a zoológicos privados o coleccionistas que han llegado a pagar por un ejemplar vivo hasta 250.000 dólares.
Por estos motivos, a los que se le suman la destrucción paulatina de su hábitat natural, la especie se encuentra en peligro de extinción y, al respecto, se han dictado leyes que contemplan su protección, existiendo además como en nuestra provincia, reservas naturales para preservar su hábitat.
Sin embargo, nuestro Monumento Natural Provincial debe esforzarse doblemente para sobrevivir en su propio territorio.
El 13 de julio de 1969, un ejemplar hembra de tatú carreta, fue capturado por técnicos del entonces Departamento de Caza y Pesca de Formosa, en las inmediaciones de la localidad de Laguna Yema. El animal pesaba cerca de 55 kilos y medía 1,52 metros de la cabeza a la cola.
El titular del Departamento de Caza y Pesca, autorizó el traslado del extraordinario ejemplar al jardín zoológico de la ciudad de La Plata (Buenos Aires) atendiendo a un convenio existente entre las provincias de Formosa y Buenos Aires que preveía el intercambio de especies para su estudio y posible difusión en cada zona.
El raro ejemplar fue trasladado en una jaula, en la caja de una camioneta, tapado con mantas y frazadas. En su viaje hacia el destino elegido, pasó por Buenos Aires, fue exhibido al público y, finalmente, alojado en el zoológico de La Plata.
Acosado por el frío, la poca y mala alimentación y el cautiverio, después de estar un corto tiempo enjaulado encontró su destino final: la muerte.
Veinticuatro años después, a fines de mayo de 1993, pobladores rurales de la localidad de Fortín Lugones, capturan otro ejemplar de tatú carreta, el cual es entregado a las autoridades de la Dirección de Fauna de la Provincia quienes, esta vez, decidieron alojarlo en la Reserva de Animales Silvestres Guaycolec.
El lugar de alojamiento cambió, pero la falta de memoria no, y así, tras un mes de discusiones, de idas y venidas, el tatú, debido a la mala alimentación y al cautiverio, fue extraído de su improvisada cueva muerto.
Esta circunstancia motivó el arribo a nuestra ciudad del por entonces Director Científico del Zoológico de Buenos Aires, el doctor Enrique Romero, quien entre otras cosas dijo: “A especies como las del tatú carreta se las debe proteger dejándolas en su hábitat natural, o sea, al revés de lo que comúnmente se hace”. Además, al término de una recorrida por la Reserva Guaycolec manifestó: “No es una reserva sino un mal zoológico”, y recalcó: “Los encargados de un parque zoológico o de una reserva deben ser profesionales con alta sensibilidad y vocación por lo que hacen”.
Estos antecedentes hacían suponer que la Dirección de Fauna de la Provincia tomaría los recaudos necesarios para que no se repitan estas lamentables acciones y cumplir realmente con las funciones que, entre otras, le atañen como la de proteger nuestro patrimonio faunístico.
Pero el 27 de marzo de 2004, en las inmediaciones de la localidad de Tatané, se captura un nuevo ejemplar de tatú carreta que pesaba aproximadamente 40 kilos. Nuevamente la Dirección de Fauna se hace cargo de la situación y esta vez decide alojarlo en una habitación de una curtiembre privada que opera en el Parque Industrial de esta ciudad hasta decidir qué hacer con él.
A través de una serie de declaraciones que en distintos medios periodísticos ofrecieron autoridades y miembros de un grupo ecologista local donde manifestaron no saber absolutamente nada sobre las costumbres ni hábitos alimenticios de la especie, quedó claro que el futuro del animal estaba una vez más librado a su suerte en manos de quienes contaban ya con antecedentes plagados de desaciertos.
La historia se repitió, con la variante de que entre el 1 y el 2 de abril de 2004, pocos días después de su hallazgo, según declaraciones oficiales, el tatú carreta se escapó, corriendo las guías que trababan las puertas de su improvisado alojamiento mientras su cuidador no estaba.
La noticia de esta nueva lamentable pérdida se dio a conocer al público más de diez días después de ocurrida. Las razones nadie pudo explicarlas satisfactoriamente.
Distintos medios periodísticos locales difundieron el hecho, pero lo que no se mencionó es que la Legislatura de la Provincia de Formosa sancionó en 1993 la Ley 1.038, en la que se declara al tatú carreta Monumento Natural Provincial con el objeto de lograr la protección y recuperación numérica de la especie considerada amenazada, por lo que deberían haberse extremado las medidas de seguridad dispensadas.
Tampoco se entiende el empecinamiento en insistir con mantener estos ejemplares en cautiverio cuando las experiencias anteriores y las recomendaciones dadas por expertos 10 años atrás dejan clarísimo que el tatú carreta no soporta el encierro en jaulas ni en zoológicos mal acondicionados.
Por otro lado, en nuestra provincia y por Ley Nº 17.916 se crea en el año 1968 la Reserva Natural Formosa, ubicada en el Sudoeste de la Provincia, donde el tatú carreta es el símbolo, siendo una de las pocas áreas protegidas que lo amparan en el país junto a otras especies en peligro de extinción y donde, en definitiva, estos ejemplares deberían haber sido reinsertados.
Pero lamentablemente, las cosas no funcionan así en Formosa, la reserva existe, pero a nadie le interesa, las leyes están, pero nadie las cumple ni las hace cumplir. Puede más la soberbia de un funcionario de turno que supuestamente lo sabe todo, pero que en realidad termina haciendo cosas como las mencionadas, sin acusaciones, sin responsabilidades y sin culpas.
Es tiempo de que todos tomemos conciencia; aprender de los errores cometidos, dejar de lado la soberbia y trabajar juntos responsablemente para preservar nuestro patrimonio natural provincial en todos sus aspectos porque, en estos casos, la ignorancia, el desinterés y la desidia pueden ser tan letales como un arma de fuego.
El venado de la Pampa
Hacia fines del siglo pasado el venado comenzó a sufrir una reducción numérica muy intensa. Su distribución geográfica anterior era mucho mayor, cuando gran parte de la pampa argentina estaba dominada fundamentalmente por indígenas quienes cazaban a estos cérvidos para cubrir sus necesidades sin perturbar (o formando parte) el equilibrio natural. Era tan común que se los hallaba por millares, tanto, que para citar un ejemplo, Justo P. Sáenz en 1898 comentaba: "podían verse Venados a ambos lados de la vía del ferrocarril Pacífico, en su travesía al sur de Córdoba, y en los partidos fronterizos con la pampa central saltaban las gamas como lo hace hoy la tucura entre la alfalfa". Gama es otro de los nombres comunes de estos animales.
El hombre blanco desarrolló la caza de venados desde comienzos de la colonización. Esta llegó a adquirir cierta importancia, así por ejemplo, durante el periodo de 1860-1870 fueron exportados alrededor de dos millones de cueros de esta especie.
Luego de las exportaciones contra los indios, al quedar toda la pampa disponible para el desarrollo agroganadero del país, esta se vio poblada por colonos, lo cual trajo graves consecuencias para la fauna local. Entre las cuales se citan:
- Reducción de las áreas disponibles en su distribución natural para alimentación, refugio y cría.
- Cambios en la fisonomía de la pampa por pastoreo, roturación de la tierra y cultivo.
- Introducción de especies exóticas, domesticas para explotación (ganado vacuno, lanar, porcino, etc.) y especies silvestres para la caza deportiva (ciervos euroasiáticos - colorado, dama, axis -, jabalíes, etc.).
La consecuencia de esta importación es la introducción de enfermedades desconocidas para los venados y la falta de adaptación y medios de resistencia a ellas. Además se origino una competencia por el medio antes inexistente. Agrava esta situación la existencia de perros y cerdos cimarrones (fauna domestica que ha regresado al estado salvaje) que desprendan las crías del venado.
Es frecuente oír decir que a los perros en el campo no se los alimenta "se alimentan solos de lo que encuentran por ahí", muchos Venados, aun adultos, hallaron su fin de este modo.
- Intensificación de la caza deportiva y seudodeportiva (depredación descontrolada). Se llego, por ejemplo, a proponer una formula para la medición de los "trofeos" de Venado; propuesta hecha en 1974 cuando se calculaba que la población total de estos era menor que la actual.
- Intensificación de la caza comercial que se realizaba para explotar su cuero y extraer de su estomago las "piedras bezoares" de supuestas propiedades medicinales.
Todas estas causas contribuyeron a la reducción numérica del Venado de las Pampas; las mismas, lamentablemente aun persisten.
Así a partir de su distribución original alrededor de 1930 solo quedaban venados en la provincia de San Luis, posiblemente parte de La Pampa, sierras de los sistemas de Ventania y Tandilia y costa de la provincia de Bs. As. El Venado fue reduciéndose geográficamente y numéricamente cada vez mas, permaneciendo en aquellos lugares que por sus características (baja densidad de población humana, baja utilidad agropecuaria, ausencia de ganado, etc.) o por ser estas áreas marginales, podría sobrevivir sin interferencias y libremente.
Actualmente las poblaciones se hallan reducidas a unos pocos animales que, según las ultimas estimaciones son de: 150-200 en la zona de la bahía de Samborombón, 150 al sur de mercedes, San Luis, y 20 en la estancia "La Corona", partido de Chascomús. En el año 1975 fue descubierta una pequeña población de unos 15 a 20 Venados en los alrededores de Punta Médanos. Debido a la falta de protección adecuada y la construcción de la Ruta Interbalnearia que atraviesa el área que ellos habitaban, dicha población ha sido virtualmente extinguida. Si se tiene en cuenta que desde mediados del siglo XIX a la actualidad la población se redujo de varios centenares de miles a no más de 400, es fácil entrever el inminente peligro de extinción en que se hallan estos animales. Es por esta razón que la Dirección de Recursos Naturales y Ecología ha encarado la creación de una Reserva Natural e Integral en una fracción de la costa de la bahia de Samborombón y realizar los estudios pertinentes a su conservación, así como la búsqueda de un método eficaz para lograr el aumento numérico de las poblaciones existentes, a fin de que estas criaturas que fueron tan comunes en nuestras pampas vuelvan a poblar los campos.